M O N C A Y O

'¿Has oído al lobo aullarle a la luna azul?

O ¿has visto algún lince sonreír?

¿Has cantado con las voz de las montañas?

Y colores en el viento descubrí...

Y colores en el viento deeeescubriiiiii'

🌄

¡Hola guapit@s!

¿Qué tal ha ido el puente? 

Joder, para mi ha sido fenomenal. Vaya descanso más bueno para coger las siguientes dos semanas frenéticas que me quedan antes de las Christmas.

He descansado, he salido de fiesta, me he sentado tranquilamente a mirar las luces del árbol... He perdido el tiempo, que ya lo necesitaba.

Entre tanto, el jueves decidimos subir, modo montañero aventurero sin planear, al Monayo, a hacer alguna excursioncita por ahí.

Qué puñetera maravilla chico. Lo único que escuchaba era mi respiración, algún animalillo fiera y el ruido de los riachuelos. 

Además, aproveché para sacar muchas fotos cuquimonis. ¿Qué os parecen?

Nosotros decidimos subir hasta el Centro de Interpretación de Agramonte (Moncayo) para salir de allí hacia alguna caminata. 

Empezamos con la caminata a una fuentecilla, Fuente de la Teja, (una fuente normal y corriente, no os penséis que fue aquello una cascada de cola de caballo impresionante... No, una fuente de la que no se podía beber)

Pero el camino merecía la pena. 

Además la estampa medio invernal medio otoñal era increíble. Se mezclaban los colores cálidos y los fríos. Increíble. Hojas marrones, naranjas y amarillas creando senderos sobre el manto blanco de la nieve. 

Se nota que volví encantada y renovada, ¿verdad?😅

No hay nada mejor que la montaña para desconectar.

Y hoy, en las aventuras de N por el mundo: la falsa víbora. Iba N caminando por la nieve, pero no por el camino marcado, porque yo soy una anti sistema y me gusta ir a contracorriente. Total que caminando entre el manto precioso blanco, mis pies se iban hundiendo y dejaba de verlos al completo en cada pisada. En esto, que en uno de mis pasos pisé algo y 30 cm más adelante apareció lo que yo creí que fue una víbora de 50 metros de largo que iba a comerme la vida. Pegué tal salto que en dos pasos estaba con A. gritando como una idiota. Efectivamente no era una víbora asesina, era una rama. A pesar de mi increíble valentía de aventurera, pasé miedo. Lo admito.

Por el camino encontramos varias cositas interesantes. Una pequeña casita de piedras donde refugiarse del frío en mitad de la nada, y un tipi de palos (modo cabaña india) hecha por a saber quién que se aburría mucho. Pero estaba genial.

A. para variar, haciendo el tonto por el mundo. 

Aquí... bueno me pilló desprevenida mientras meditaba en mitad de la carretera. Qué despiste, no me di cuenta... 😋

Las fotos... la luz era increíble, por lo menos para mi gusto. Se mezclaba la luz y la oscuridad y creaba un ambiente perfecto para hacer fotos entre los árboles.

Pude probar la cámara y seguir practicando (tengo 500 fotos de A. De un perfil, de otro, de espaldas, de cara..., soy una maldita freak con un juguete nuevo ^^)

En cuanto al look, tampoco nada demasiado pensado. Me iba a la montaña, no a la alfombra roja de Milán. Así que unos vaqueros cómodos, un jerséy rosita de manga larga con varias capas debajo, un abrigo de plumón muy abrigoso en color rosita y una súper bufanda a conjunto. No podían faltar el gorro de lana con el pompón y las botas montañeras que son la última moda en las pasarelas de París. 

Nos hizo un día increíble a pesar de no haber mirado ni el tiempo antes de salir, ni el destino, ni cómo llegar.. Nada. A lo loco (poco típico de nosotros en cuestiones de viajes, pero se nota que teníamos ganas de pirarnos fuera a donde fuera)

Y nada pequeños ratones, esto es todo por hoy. Ojalá poder repetir dentro de poco y podernos escapar de nuevo a las alturas.

Espero que os haya gustado el post de hoy y nos vemos en el siguiente.

BSTS

N. Montañera.