Escaparse o morir - Aínsa

Después de 45 días de trabajo MUY INTENSO necesitábamos irnos. A la mierda, si hacía falta, pero irnos.
Buscamos varios destinos por España y alrededores, pero dijimos: 
"teniendo el Pirineo aquí al lado, ¿para qué nos vamos a ir tan lejos?"



Así que decidimos buscar un pueblecillo bonito de Aragón y marcharnos a tomar viento fresco. Y vaya si lo tomamos.⛄
Nuestro destino fue 
AÍNSA

En la provincia de Huesca, en el Sobrarbe está esta cucada de pueblo. Aburrido entre semana como él solo pero muy mono. Perfecto para descansar.


Nos alojamos en el Hotel Sánchez, en el centro de Aínsa, junto al puente. Un hotel que remodelaron hace poquito y que han dejado muy chulo. 

 

Desde allí había unos 10 minutos andando cuesta arriba hasta la Plaza Mayor por el casco antiguo, digno de ver.
Aínsa está reconocido como uno de los pueblos más bonitos de España, y ahora entiendo por qué.
Ahora, eso sí, no había ni Cristo por la calle.




Es un pueblo pequeñito, con casas de piedra, muy acogedor. 
Comíamos de bocata para hacer las excursiones y cenábamos en un bar-restaurante muy adorable de la plaza Mayor: la Tea. La verdad es que no había mucho más abierto así que cenábamos siempre en el mismo sitio.





El primer día lo dedicamos a conocer el pueblo, pasear tranquilamente y dormir una larga siesta en el hotel. El tiempo no prometía ir a mejor y a las 6 de la tarde ya era de noche y hacía frío.
Fuimos a la oficina de turismo para que nos enseñaran qué excursiones podíamos hacer los días siguientes (flipamos con la sabiduría de la francesa del mostrador, casi se sabía hasta el color de los calzconcillos del panadero de Pineta).




Aunque el tiempo no acompañaba demasiado y empezaba a llover, las fotos que pude hacer fueron geniales. El ver las nubes tan claras entre las montañas hizo que me volviera loca disparando y probando.

El muso 2.0


Los días siguientes fueron... imprevistos, cuanto menos. 

BSTS
N.


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